En esta obra, Claudio Magris recorre la obra de Joseph Roth analizando los diferentes temas que en ella se desarrollan. Magris recoge, en los personajes que habitan la obra de Roth, el sufrimiento de un pueblo en permanente exilio que, tras la disolución del Imperio austro-húngaro, encuentra en su tradición textual la única patria a la que aferrarse.