Novela de estilo policiaco publicada en 1953. Con los ecos aún recientes de la II Guerra Mundial, habla de la identificación de un médico de los campos de exterminio nazis que se había dado por muerto. La sospecha parte del comisario Bärlach, aquejado de una enfermedad incurable. La pista la proporciona una fotografía de la revista Life en la que se aprecia el parecido entre aquel médico que operaba sin anestesia a los prisioneros y el director de una clínica privada de Zurich. Bärlach se meterá en la boca del lobo, con esa audacia que otorga la proximidad de la muerte.