Juanita la Larga narra un tema clásico, el amor entre un hombre y una joven que se enfrentan a las adversidades para defender su amor. Recrea Valera un ambiente arcádico, forjado con sus recuerdos de adolescencia y juventud, con una mezcla de lenguaje culto y coloquial que hace amenísima su lectura. Villalegre, identificada por la crítica con las poblaciones de la infancia y juventud de Valera (Cabra o Doña Mencía), es un paraíso, con ciertas limitaciones como el cacique, el respeto por el orden social establecido o el qué dirán.