En "Hombres de Dios" Pearl S. Buck refleja la dificultad que existe para transmitir la propia fe religiosa a los hijos, ya que éstos están sujetos a un espectro amplio de condicionantes. Guillermo y Clem son hijos de dos misioneros norteamericanos en China. Guillermo, orgulloso de su familia y de su origen, ha quedado marcado por los desprecios que le hacían sus compañeros en la escuela británica de Pekín. Por su parte Clem ha quedado señalado por el hambre.