El español Carreño Echeandía, sacerdote salesiano, llegó a la India en 1934. El estallido de la Segunda Guerra Mundial y la carencia de nuevos misioneros le obligaron a potenciar las vocaciones nativas. Para ello levantó una docena de seminarios salesianos por toda la India. A partir de 1948 trabajó en Goa, colonia portuguesa, con el Obispo y Patriarca de ese territorio. Los últimos años de su vida misionera transcurrieron en Filipinas donde también estimuló el clero nativo.