A Tessa le diagnosticaron una leucemia cuando tenía doce años. Ese mismo año su madre les abandonó y Tessa vive con su padre y con su hermano pequeño Cal. A los dieciséis la enfermedad se ha agudizado y su esperanza de vida es de seis meses. Tessa hace una lista con las cosas que quisiera hacer antes de morir; cada una más loca que la anterior. Finalmente el amor se hace presente para suavizar la rebeldía.