Desde la infancia en el seno de una familia acomodada y treméndamente marcado por la formación estética, la autora describe el crecimiento de una personalidad rica en matices, pero siempre capaz de abordar nuevos retos. En Italia y Alemania, donde transcurren la infancia y juventud, también conoce, junto a la Belleza, el Amor, y la Verdad. Estudia filosofía, y, junto a su maestro Max Scheller, y los principales filósofos de la época, recibe el don de la fe.