Toni, profesor de filosofía en un Instituto de Madrid, obedece al modelo del hombre actual: Cincuentón, divorciado por las malas, desengañado de su propio hijo, de su profesión y de la vida en general, ha tomado la decisión de suicidarse en el plazo de un año, "cuando vuelvan los vencejos" (golondrinas). Hasta entonces lleva una especia de diario en el que refleja lo que es y ha sido su vida.
La novela parece aceptar la realidad tal cual es. Sin posicionarse, adopta una pose de indiferencia pesimista.