En 1517, María Esperanza, abadesa del monasterio de Nuestra Señora de Gracia en Madrigal- Ávila, recibe un " breve " del Papa Julio II por el que se la reconoce como hija ilegítima del rey Fernando el Católico pero se desconoce quien es su madre.La vida de la abadesa cambia radicalmente pues, sin dejar de ser monja y abadesa, se dedica a la búsqueda de su madre.