A los once años Pablo Soto se queda huérfano y tiene que viajar, en tiempos de la Gran Guerra, hasta la ciudad francesa de Grasse, capital del perfume, donde vivirá con sus tíos y su primo.En Francia no solamente encuentra el cariño y el calor de una familia, sino que disfruta de la oportunidad única de adentrarse en el mundo de la perfumería bajo la maestría del gran perfumista franco-ruso Ernest Beaux, de la mano del cual llegará a conocer a Coco Chanel. Es el momento de la creación de un perfume que hará historia: Chanel Nº 5.