Un soldado vuelve a Roma después de una larga estancia en Asia. Nerón le ordena que participe en el interrogatorio que va a hacer a un anciano judio llamado Petros en griego y Kefas en arameo. De esta forma el protagonista descubre la doctrina de Jesús, traducida por el intérprete de Petros (Marcos). Es así como se da cuenta de que el césar está dispuesto a condenarlo por razones políticas, sea culpable o inocente.