Érase una vez la calle Katalin, con sus casas con vistas al Danubio y su jardín comunitario; un lugar donde Bálint, Irén, Blanka y Henriett pasan su infancia entre inocentes juegos. Con el paso del tiempo, la amistad entre los cuatro da paso al amor, y las chicas se enamoran, cada una a su manera, de Bálint, el único chico del grupo. Pero todo el mundo sabe que Irén y Bálint están destinados a estar juntos. Su compromiso, en la primavera de 1944, marcará para todos el principio del contradictorio y doloroso viaje de la infancia a la edad adulta.