En el verano de 1486 estalló la peste en Perugia y Giovanni Pico della Mirandola se confinó en Fratta. Allí concibió la idea de convocar un concilio filosófico universal que nunca se pudo celebrar. Las autoridades consideraron la empresa demasiado pretenciosa para un joven de veinticuatro años y la intención de conseguir una «paz filosófica», poco menos que una excentricidad del llamado «conde de la concordia». En Fratta redactó la célebre Oratio destinada a inaugurar la disputa: Discurso sobre la dignidad del hombre.