Basilio, un monje tímido y apocado, es elegido por el Obispo Urbano para acompañarle en la custodia del Arca de las Reliquias de Toledo, que deberán trasladar hasta detras de las montañas de Asturias para salvarlas de las manos de los musulmanes que mantienen Toledo asediada. No sabe por qué le han escogido a él, que tan sólo quiere seguir viviendo tras los muros del monasterio en el que ha pasado su tranquila vida.