A lo largo de siete noches, y con una copita de anís por medio, el recluso Pacífico Pérez irá recordando su vida, guiado por las preguntas del doctor Burgueño, médico del sanatorio penitenciario donde está internado. El padre, el abuelo, el bisabuelo de Pacífico rodearon su infancia con la obsesión de sus guerras -la civil, la de África y la carlista- y quisieron hacerle partícipe y posible emulador de glorias perdidas. Pero Pacífico es un joven ingenuo y de exacerbada sensibilidad, capaz de catar desnudo las colmenas y de sentir los dolores del árbol recién podado o las voces del río.