El dictador de un imaginario país de América del Sur, cansado de gobernar, contrata a un doble y se marcha a Europa en busca de todo tipo de diversiones; a su vez, el doble, fatigado, consigue encontrar a un doble de sí mismo y emigra a Estados Unidos, hecho que se repite varias veces más. La obra es una parodia irónica sobre las señas de identidad del individuo, a la vez que caricaturiza a los dictadores sudamericanos por su actitud paternalista hacia los pobres, de cuya pobreza son primordialmente responsables.