Cesarión, hijo de Julio César y Cleopatra, es atacado y dado por muerto, pero logra escapar y huye por el desierto, donde un caravanero le salva la vida. La autora recrea con maestría y habilidad al igual que en sus antiguas novelas "El faro de Alejandría" o "La púrpura imperial", las aventuras del joven, que al principio desprecia a la familia que le ha acogido, y luego va cambiando su actitud y abriéndose a la amistad y al amor.