En este libro se estudia la diversidad regional en los sistemas familiares desde la óptica de las relaciones hombre-mujer. Para el autor, buena parte de esta diversidad regional se debió al distinto protagonismo que hombres y mujeres tuvieron en la organización familiar; este distinto protagonismo tuvo consecuencias sociales, demográficas y económicas. Este trabajo descubre regiones más femeninas y regiones más masculinas, según el mayor o menor protagonismo de cada sexo, lo que a su vez se traduce en sociedades con rasgos diferentes.