En el reino de Cielópolis, el malvado rey Avarismundo I dicta leyes terribles para someter a sus súbdidos: leyes que prohíben las fiestas de cumpleaños, el recreo o los domingos. Incluso ha escrito una ley que prohíbe el hipo. Avarismundo se sorprende de no tener el cariño del pueblo. ¿Por qué será que no lo quieren? Porque sueñan, le dice uno de sus consejeros. El rey decide entonces acabar con los sueños. Y para ello encarga unas almohadas que, con su magia, llenan las noches de pesadillas. Pero, vivir sin soñar... ¿acaso merece la pena?