“La sabiduría de la Toscana” es un canto a la vida en el campo, donde el hombre puede hacer de todo: desde construir su propia casa hasta embotellar vino. Supone el descubrimiento por parte de un hombre de la ciudad de la densidad afectiva que acumulan las pequeñas aldeas y los placeres escondidos en el contacto permanente con la naturaleza.