Este trabajo analiza el problema filosófico de la interpretación y comprensión de textos, centrado en los debates del siglo XVI. Tras el humanismo renacentista y la reforma protestante, una nueva cuestión se introduce en el claustro de la Universidad de Salamanca: ¿es conveniente traducir y difundir las Sagradas Escrituras en castellano? La disputa alcanza enseguida a los miembros más relevantes de la Escuela de Salamanca (Francisco de Vitoria, Domingo de Soto, Melchor Cano), pero también a otros catedráticos de la Facultad de Teología como fray Luis de León.