El señor Pereira dirige la nueva página cultural del "Lisboa", un periódico vespertino de la capital. Para cubrir las futuras necrológicas de escritores famosos con la suficiente antelación, contrata a un joven doctorado en filosofía con una tesina sobre la muerte. Sin embargo, la irrupción de este joven temerario en su soledad y su distanciamiento de la realidad política, irá transformando a este hombre en un extraño ante sí mismo, tal y como sostiene en su declaración