Con estilo descarnado y seco, Muriel Spark narra en El asiento del conductor las últimas horas de Lise, una turista nórdica que pasa unas vacaciones en un país meridional del que nunca regresará. Como en alguna ocasión declaró la escritora escocesa, su intención al escribir fue la de «aterrorizar deleitando», máxima que se cumple de modo magistral en esta turbadora novela.