La crisis diplomática que precedió a la guerra de Irak fue necesaria para que se mostrara, de forma decidida, el unilateralismo de la administración Bush. Fue ésta una de las consecuencias de la hegemonía nacida tras la desaparición de la URSS, de la que los «halcones del Pentágono», aprovechando la conmoción causada por la jornada del 11 de septiembre de 2001, pretendieron sacar toda su ventaja. Éste atlas levanta un atestado del proyecto geopolítico en gestación de Washington y de sus repercusiones regionales y mundiales.