El barrio del Trasagro aún conserva la esencia de aquella pedanía que fue antaño. A vista de pájaro o con el sigilo de un gato que se cuela por una ventana abierta, estos doce relatos entrelazan la vida de los habitantes de su calle principal, la de las Doce Lunas. Así, encontrarás que, por sus balcones y ventanas, asoman misterios y secretos del pasado. La amistad brota en las azoteas, la sonrisa en un portal o el miedo sobre la verja del cementerio. Pero, también, en cualquier rincón, en cualquier plaza o esquina, puedes darte de frente con el dulce sobresalto del amor.