Ángel de Saavedra, duque de Rivas, es una figura indispensable en la literatura del XIX. El momento de transición que le tocó vivir hizo que participara de dos sensibilidades muy diferentes que tienen su reflejo en obras tan dispares como el Don Álvaro y los Romances Históricos.
Con Don Álvaro inició una revolución en el teatro al plasmar en él las ideas románticas captadas en su exilio; y, con los Romances Históricos, revalorizó el romance castellano y exaltó los valores de la España tradicional.