Helga Schneider nació en Polonia en 1937 y se trasladó luego con su familia a Berlín, donde pasaron los años de la guerra. La familia se deshizo cuando la madre abandonó el hogar para ingresar en las filas de las SS. El padre contrajo segundas nupcias poco después y Helga, tras vivir su juventud en Austria, se instaló en Bolonia, donde conoció a su marido y tuvo a su hijo. Desde entonces, Italia se convirtió en su patria y el italiano en su lengua adoptiva.