Walter Scott es considerado con todo merecimiento como el iniciador de la novela histórica, donde ha dejado obras y personajes inolvidables que perduran a través de las generaciones. Novelas como Ivanhoe, Rob Roy, El monasterio, El abad, Quentin Durward, El talismán, siguen siendo tan apreciadas en los albores del siglo XXI como el día en que vieron la luz, y lo seguirán siendo mientras haya lectores en la Tierra.