G.K.Chesterton

Pearce presenta un libro biográfico excepcionalmente documentado, en el que es frecuente encontrar largos textos chestertonianos así como documentos inéditos alternados en una fresca y fluida narración. Poco a poco, se va descubriendo la personalidad y genio de uno de los gigantes de la literatura del siglo XX.
Esta obra nos descubre al Chesterton amigo, polemista, enamorado, escritor incisivo y paradójico, al buscador de la verdad, al converso, al hombre plenamente hombre: el hombre niño.
 

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
1998 Encuentro
608
84-7490-462-5

Subtítulo: Sabiduría e Inocencia

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El libro de Joseph Pearce es biográfico sólo en lo esencial, pero aporta algo más importante que los hechos en la vida del autor inglés: su psicología y una amplia exposición de las ideas por las que luchó y sobre las que escribió a lo largo de su vida. Chesterton fue poeta, ensayista y apologista cristiano. En 1929 escribió: "No soy más que un vulgar periodista polémico" (pag.456). La realidad es que escribió en diarios y revistas y que muchos de sus libros son recopilaciones de esos artículos, pero un periodista va detrás de las noticias, algo que él nunca hizo; por eso es más exacto decir que fue un ensayista que utilizó los medios de comunicación y la literatura para exponer sus ideas sobre el hombre, la sociedad y la religión; un apologista cristiano que escribió poesía, novelas, teatro y un largo etcetera.

En el aspecto ideológico Chesterton es un tradicionalista; en ocasiones extremo. Frente al mito del progreso indefinido alza la bandera de las viejas y buenas creencias. Su ideal no está en el futuro sino en el pasado. Piensa que en la Inglaterra medieval los hombres eran más libres e iguales. "Donde se ha perdido la fe -escribe-, también va desapareciendo la libertad" (565). Esta apreciación le condujo al catolicismo, la vieja religión de Inglaterra, frente a las desviaciones heréticas posteriores y el ateísmo moderno en sus dos formas: materialista o cientifista.

En política Chesterton fue un luchador. Se opuso a la plutocracia o gobierno del dinero, y a cualquier forma de servilismo del hombre frente al Estado. Su filosofía política la bautizó como "distribucionismo" y defiende la máxima extensión de la propiedad privada entre los ciudadanos, sea de los medios de producción como de consumo (la tierra y la vivienda).

Pearce pone de relieve la influencia que han tenido las obras de Chesterton. Por poner un solo ejemplo entre los que menciona citaremos a C.S.Lewis. Éste leyó a Chesterton mientras convalecía durante la Guerra Europea. Después escribiría: "Al leer a Chesterton no sabía dónde me estaba metiendo. Un joven que quiere seguir siendo ateo nunca es suficientemente cuidadoso con sus lecturas. Hay trampas por todas partes..." (310). Chesterton es un rebelde y atrae a los que no se conforman con cualquier cosa. En 1935 escribe: "Nosotros no deseamos una Iglesia que avance con los tiempos. Queremos una Iglesia que haga avanzar el mundo; que le haga alejarse de gran parte de las ideas a las que se está acercando en la actualidad" (353). Y las ideas que se acercaban entonces eran el bolchevismo y el totalitarismo nazi, que, como sabemos, tuvieron eco en Gran Bretaña.

El único inconveniente de Chesterton como escritor -y Pearce no deja de reflejarlo- es que su estilo literario es complicado. El autor sabe lo que quiere decir, el lector no siempre. Por eso sus obras más conocidas son las novelitas del padre Brown, relatos detectivescos en los que un sacerdote católico inglés hace uso del sentido común para resolver sus crímenes.

 

Imagen de Artemi

Sin duda, la mejor biografía publicada hasta el momento del gran Chesterton. La cantidad de citas y textos de G.K.C. (muchos de ellos inéditos en España) le aporta un valor incalculable, pero además, Pearce, biógrafo también de Belloc, conoce la cultura, las controversias y el ambiente en el que se desarrolla la vida de Chesterton, al menos, mucho mejor que Seco. Salpicado de anécdotas extravagantes (no podía ser de otra manera tratándose de quien se trata), riguroso, excelentemente escrito... Una gran biografía. Si alguien desea acercarse a la figura más cara para muchos, para mí tambiém, de la literatura inglesa, éste es el libro, no os equivoquéis.