El anciano Linh abandona su país, devastado por una guerra que ha matado a su familia y ha destrozado su aldea, un idílico paraje de arrozales del que ya no queda más que desolación y cadáveres. La muerte le ha robado todo menos a su nieta, un bebé de meses llamado Sang Diu, que en su idioma significa 'Mañana dulce', por la que decide marchar para siempre de su país.
Una fría mañana de noviembre tras un penoso viaje en barco, desembarca en un país que podría ser Francia, un país sin olor donde no conoce a nadie y cuya lengua ignora. El señor Linh huye de una guerra que ha acabado con su familia y destrozado su aldea. La guerra le ha robado todo menos a su nieta. Se instala en un piso de acogida junto a otras dos familias, que lo miran con recelo, para cuidar a su nieta.
La soledad de Linh se alivia cuando conoce a Bark, un hombre robusto y afable cuya mujer ha fallecido recientemente, con quien surge un espontáneo afecto y que, a pesar de hablar lenguas diferentes, son capaces de comprenderse en silencio y a través de pequeños gestos.
Los dos ancianos se encuentran regularmente en un banco del parque hasta que los servicios sociales conducen a Linh a un hospicio que no está autorizado a abandonary del cual no puede salir. El señor Linh consigue, sin embargo, escapar con Sang Diu y adentrarse en la ciudad desconocida, decidido a encontrar a su único amigo. Su coraje y determinación lo conducirán a un inesperado desenlace, profundamente conmovedor.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
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2006 * Edición electrónica | Salamandra |
126 |
978-84-9838-003 |
Título original: La petite fille de Monsieur Linh. |
2007 | Salamandra |
126 |
Comentarios
Un libro sorprendente, que te envuelve en la historia desde el primer momento con una doble lectura de detalles muy sutiles.
Es extraño encontrar en la literatura occidental del siglo XXI relatos tan entrañables como este, a la vez tan sencillo y conmovedor. La moraleja que podríamos sacar es la importancia de las relaciones humanas, la amistad, aunque se sustente solamente en dos palabras "Buenos días". Un libro imprescindible y además fácil de leer.
Es una delicia, aunque tenga un tono de tristeza muy notable. Un canto a la amistad que atraviesa barreras tan importantes como el idioma y la cultura. Todo un monumento a la humanidad y todo además en muy poco espacio, pero contado magistralmente.
Inesperado, sorprendente, bellísimo. La magia de la amistad, que supera idiomas, en dos hombres destruidos, pero que no han perdido la esperanza. Dos países diametralmente opuestos, pero que van acercándose levemente en el corazón del refugiado, en la medida que encuentra cariño. Llega a percibir olores, después de muchos días en la nueva tierra, en cuanto su espíritu se explaya. No le comprenden los suyos, pero termina entendiéndole quien desconoce totalmente su lengua. El hombre está necesitado de compañía, de la compañía de un ser amable, aunque no medien palabras.
Novela corta, la sexta obra de este autor galo tiene un contenido más amable que anterior novela de este autor publicada en España, "Almas grises". Es una novela sobre el exilio y la soledad. Una tierna y bella historia protagonizada por dos ancianos bondadosos e inocentes y un bebé.
Una bellísima historia escrita de manera lírica, que representa un canto a la amistad y a la humanidad. La esperanza y la lucha por una vida que empieza.