Un relato vibrante, realista, extraordinario. No se trata de una obra "devota" sino de una de las más entrañables exposiciones que jamás se han hecho sobre los Evangelios y la personalidad de Jesucristo.
El autor utiliza sus abundantes cualidades -gran capacidad de enseñanza, conocimientos teológicos, profundidad espiritual, acogedora humanidad, limpio y elegante estilo- para ofrecer al lector un encuentro personal con la vida del Señor. Un libro que es, sin duda, una de las más entrañables exposiciones que jamás se han hecho sobre los Evangelios y la personalidad de Jesucristo.
"Mi afán, respecto a los Evangelios, es contemplar el Rostro que, a través de los siglos, proyecta su mirada sobre los hombres. No se trata de probar algo, sino de salir al encuentro de Alguien: de Jesucristo, para conocerle como una persona puede conocer a otra. Como cristianos, le amamos, tratamos de guardar sus preceptos, nos gloriaríamos de morir por Él, pero ¿le conocemos realmente?...".
Reseña del Editor
Comentarios
Es una visión muy laica del Evangelio. Me explico, se trata de un comentario sobre la vida de Jesús desde la perspectiva del laico. Acostumbrados a escritos ascendentes, Sheed lo explica coloquialmente, como se habla en tertulias. Demuestra un profundo conocimiento de los Evangelios. Tiene contados todos los milagros que aparecen en los cuatrro evangelios. Además, expone el entorno contemporáneo de Jesucristo antes de hacer el comenatrio sobre los pasajes. Ayuda a comprender el recahzo de saduceos, fariseos y herodianos, por ser éstos las clases dominantes. Valgan de ejemplo la introducción previa a las Bodas de Caná y, la explicación de las clases sociales existentes en la provincia romana de Judea y su división territorial, antes de tratar la conversión de Mateo. Ayuda a comprender el desconcierto que causaban sus palabras y el misterio que supone la elección de sus testigos. Lo mejor está en el último capítulo. Este libro es realmente bueno.
En este momento estoy leyendo las últimas páginas y, en principio, puedo decir que la primera impresión es de asombro y de una sierta estupefacción. Cualquier lector que vea este título se hace una idea apriorística de por donde va a ir el tema; se engaña, se equivoca. El autor presenta la figura de Jesucristo y su entorno de una manera original y diría que, a veces, irreverente por su lenguaje desenfadado, irónico y muy americano. Pero no es así, es solamente llamar a las cosas por su nombre, y este autor "no se corta ni un pelo". Ejemplos de lo dicho son cuando al hablar de la Sagrada Familia asegura que "era una verdadera familia y no una madre con su hijo y un hombre en casa" , que "era una familia , no una madre y un hijo con José allí solo para cubrir las apariencias", y que en la infancia de Jesús, al ser verdadero hombre, sus padres " tuvieron que alimentarle so pena de dejar a Dios desnutrido; lavado a regañadientes, como a todos los chavales, para que Dios no estuviera sucio...", y así con frecuencia. La obra ayuda a ver a Jesucristo, Dios, también como verdadero hombre, cercano, accesible. Y todo ello con un estilo sencillo y vivo, brillante, desenfadado como se dijo, que va fascinando de forma "exponencial"- soy de ciencias-y que deja el espíritu esponjado y con deseos de releer más adelante. Y desde luego no es nada "pio" en el sentido coloquial de la palabra.