Esta fábula para adultos, teñida de humor y melancolía, es un homenaje al mundo de la literatura. Nacida en una librería, Firmin es una rata que aprende a leer devorando las páginas de un libro. Pero una rata culta es una rata solitaria. Marginada por su familia, busca la amistad de su héroe, el librero, y de un escritor fracasado. Y a medida que sacia su hambre de libros sus emociones e impulsos se vuelven casi humanos.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
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2007 | Seix Barral |
224 |
9788432250361 |
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Se trata de una alegoría sobre el poder redentor de la literatura. Firmín es una rata que se ve abandonada a su propia suerte. Su alimento serán los libros, que, a la vez que los devora materialmente, los asimila. Firmín tiene una alma creativa y la literatura es capaz de sacarla de la soledad y del miedo. En una sociedad tan poco acostumbrada a la lectura, esta parabola es una incitación a ella. Ojalá cumpla su objetivo.
El nombre del protagonista está tomado del maestro tipógrafo francés del siglo XVIII. Este, que revolucionó el mundo de la impresión, no es ahora conocido, ni siquiera por los amantes de la literatura. Describe un personaje soñador y despreciado por un mundo donde lo importante es lo que tienes, y no lo que eres. El animal se va humanizando, y por contraste los humanos se van animalizando sin los libros. Para todos los amantes de los libros y las librerías.