La invención de Morel

Adolfo Bioy Casares (1914-1999) trabajó con Jorge Luis Borges. Coincide con este escritor en las soluciones surrealistas que aporta a sus novelas, de las cuales La invención de Morel es un claro exponente.
Comienza planteando una novela que podría ser considerada de las policíacas, de las de misterio sin posibilidad de ser resuelto. Como aquellos de la "habitación cerrada" en la que se ha producido un crimen y no hay posibilidad ni de entrar ni de salir de ella. ¿Quién es el asesino?
Así nos presenta Adolfo Bioy Casares al protagonista: un prisionero que consigue escapar de su castigo y ocultarse en una isla de imposible acceso y totalmente despoblada.
Aparecen en aquella isla, inesperadamente, una serie de personajes de los cuales el prisionero huido intenta ocultarse. Teme perder de nuevo su libertad.
Pero el destino todo lo complica y el prisionero, a fuerza de contemplar a una de las "visitantes" termina por enamorarse de ella y comete la locura de intentar "comunicarse" con ella.
En el fondo de la novela, el autor plantea la conveniencia del amor platónico y la locura en la que se puede llegar a sumir el ser humano que así ama.
También aparece el tema de los celos: lo que el prisionero siente cuando ve a Faustine con Morel. El prisionero y sus sentimientos es un espejo más de lo que Morel ha sentido, de lo que el lector, sin duda, también ha experimentado en su vida "real". Porque ¿es un amor real, el amor platónico? ¿Hasta qué punto es real?
El lector se ve sometido al dilema de lo real, de lo que existe objetivamente, frente a la percepción sensorial y la intuición. La investigación intelectual que debe realizar el lector le conduce por los senderos inciertos de la conciencia consciente hasta llegar a una superación de toda realidad posible. No quiero descubrir la solución a todas estas situaciones. Hay que leer esta novela. Sin duda, este premio Cervantes es un maestro de las artes narrativas. Y el lector, cuando llega a la última página es "consciente" de que ha realizado una tarea intelectual mientras trataba de descifrar el enigma.

La obra más famosa del escritor argentino Adolfo Bioy Casares que fue publicada en el año 1940. Para muchos críticos esta obra constituye un ejemplo clásico de una novela de ciencia ficción en idioma español. En el prólogo de la obra el escritor Jorge Luís Borges expresa: ¨ La invención de Morel (cuyo título alude filialmente a otro inventor isleño, a Moreau) traslada a nuestras tierras y a nuestro idioma un género nuevo. He discutido con su autor los pormenores de su trama, la he releído; no me parece una imprecisión o una hipérbole calificarla de perfecta.¨

Esta narrada en primera persona y relata la historia de un hombre que es condenado a cadena perpetua injustamente. Con el fin de eludir la condena se convierte en fugitivo, escapa de su país y se dirige a una isla que, según le han contado, está desierta.

Allí el fugitivo se encuentra con un grupo de personas, a las que teme hablarles porque sospecha que pueden delatarlo. Dentro de ese grupo hay una hermosa mujer llamada Faustine. Él se enamora de ella, pero solo se limita a observarla escondido.

Morel, un científico que habita en la isla, ha inventado una máquina que permite capturar la entidad de las personas, su existencia en sí, y reproducirla a voluntad. Pero esta captura implica la muerte de la persona que es registrada o grabada.

El protagonista, entiende el funcionamiento de la máquina y decide ponerla en marcha. Al lado de Faustine, la mujer de la que se ha enamorado, se graba durante 7 días y luego fallece. La novela sugiere que a partir de ese momento él es inmortal, ya que su imagen se repetirá permanentemente por lo largo de los años.

La temática principal de esta novela de ficción es la búsqueda de la inmortalidad, representadas en las búsquedas personales del fugitivo y del inventor Morel. También trata sobre la fantasía y la realidad, ya que nuestro protagonista, en determinado momento no logra reconocer cuál es la realidad. La invención de Morel también habla sobre el amor.

Ciertamente, no estamos ante una narración de ciencia-ficción al estilo norteamericano o europeo, pero constituye un excelente ejemplo de las alternativas que ofrece la ciencia-ficción en América Latina.