Novela de corte existencialista en la que se presenta la vida de Fredirik Welin, un médico de avanzada edad que lleva desde hace décadas una vida solitaria en su pequeña isla de un archipiélago de la costa sueca. Su monótona vida, apenas sólo surcada por los cambios estacionales del clima y las necesidades materiales mínimas, se ve un día alterada por la aparición, sobre los hielos que rodean su isla-finca, de la mujer que abandonó en el pasado.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
---|---|---|---|---|
2013 | Tusquets Maxi |
376 |
978-84-8383-651 |
Comentarios
Henning Mankell es el creador
Henning Mankell es el creador de la serie de investigación protagonizada por el inspector Wallander. Aquí nos ofrece algo distinto, una novela en la que profundiza en los sentimientos de sus personajes; los mismos sentimientos que ya habíamos encontrado en Wallander: soledad, tristeza y sensación de fracaso.
El protagonista de esta novela, Frederik Wellin, es un cirujano cincuentón del Sistema de Salud sueco que, agobiado por el trabajo, ha amputado a una paciente un brazo sano. Humillado por este error abandona el ejercicio de la medicina y se retira a vivir en una isla. Allí recuerda a sus padres, cuyo difícil matrimonio había sufrido de niño. También tuvo una novia -Harriet- a la que abandonó cuando le ofrecieron realizar una estancia profesional en los Estados Unidos. De vuelta en Suecia no volvió a ponerse en contacto con ella. Hoy Harriet aparece en la isla para revelarle que va a morir pronto y que Wellin es padre de una hija de la que no tenía noticias. Había nacido durante la estancia del médico en los Estados Unidos y se había criado con su madre.
Parece como si el pasado volviera para que el cirujano pueda reconciliarse con él. Decide hacer algo a lo que nunca antes se había atrevido. Buscar a la paciente a la que había amputado un brazo sano `para saber qué ha sido de ella. Encuentra a Agnes y se entera de que regenta una casa de acogida para chicas difíciles.
En general la novela refleja soledad y egoismo por parte del protagonista, que nunca ha asumido vínculos afectivos. No obstante, que una hija pueda aceptar al padre que no ha conocido durante décadas, y que una mujer joven a la que han amputado un brazo por equivocación haya reorientado su vida hacia el cuidado de chicas en dificultades abre una puerta a la esperanza.
Con la agilidad y eficacia expresiva con que Henning Mankell tiene acostumbrados a sus lectores, tras un comienzo quizá obligadamente monótono, va dando pinceladas certeras sobre la situación ambiental de tremendo individualismo. Hasta crear un cuadro en el que se mueven una serie de personajes demasiado heridos y angustiosamente vacíos, a los que apenas mínimos destellos de fugaz ternura, buenas dosis de ingesta alcohólica y la sensación de moverse, más rodeados que acompañados, entre otros seres humanos parece que les sirven para vivir. ( de Ángel García Prieto )