Desde la condena a la ignominiosa crucifixión, el Reo dejó de ser persona y le fue negada su condición humana, pasando a ser una "cosa" carente casi hasta del mínimo derecho a un pequeño gesto de compasión. Como tal cosa fue tratado por los verdugos, quienes, con profesionalidad, manejaron hábilmente y sin piedad su cuerpo hasta dejarlo bien enclavado en la Cruz, en la que padeció como nadie ha podido hacerlo: de forma sobrehumana pues era – ¡es!– Dios y no quiso ahorrarse sufrimiento alguno. Asombrará al lector la extremada crueldad de tales tormentos que ya desde la flagelación hubieran acabado con la vida de cualquiera.
Pero, ¡de qué forma soportaría Cristo tan inhumano trato que hasta el centurión –pagano quizás, también profesional acostumbrado a este espectáculo como parte de su oficio- reconoció en voz alta que era el Hijo de Dios!
Una estudiada descripción, en fin, que de seguro conmoverá al lector cuando piense que la causa es solamente el Amor, con mayúscula, que Cristo nos tiene personalmente a cada uno.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
---|---|---|---|---|
2010 | Homolegens |
270 |
9788493884901 |
Comentarios
El libro se lee de un tirón. Por el indudable interés de la Pasión de Jesucristo y por el ritmo que el autor imprime al relato, siguiendo hora tras hora estos sucesos. No pretende aportar nada nuevo, pero ha recogido sistemáticamente los resultados de investigaciones solventes. La bibliografía que cita es amplia, las ilustraciones y fotografías son oportunas, sobre todo la reproducción de unas maquetas del Calvario y del Sepulcro. Es, pues, un libro bien documentado que expone con precisión y sencillez cómo fue la muerte y resurrección de Cristo.
Este trabajo ofrece un estudio paciente, documentado, basado especialmente en las investigaciones acerca de la Sábana Santa de Turín y del Sudario de Oviedo. Pero, también, se añaden otros estudios geológicos, históricos, arqueológicos, descripciones piadosas, de obras de arte clásicas, etc. Muy interesante para revivir la Semana Santa.