¿Cómo era san Josemaría? Este libro ofrece un perfil cercano y novedoso del que muchos llaman "el santo del trabajo" o "el santo de lo cotidiano".
"De la mayoría de los hechos que relato -explica el Cardenal- tomé nota en el mismo día en que sucedieron. Por eso se podría decir, en cierto sentido, que estas páginas son una especie de blog de aquellos años de mi vida".
Resultado: un retrato en primer plano de Josemaría Escrivá. En este relato -ameno, ágil, inédito, siempre sugestivo- el autor refleja vivamente el carácter del Fundador, sus luchas interiores, su modo de dirigir el Opus Dei, su concepción de la justicia y de la libertad… Un libro imprescindible para conocer en directo la personalidad del Fundador del Opus Dei, que fue canonizado en el año 2002 por Juan Pablo II.
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"Yo no tenía un interés
"Yo no tenía un interés especial por conocer la Obra –explica Julián Herranz-. Fui a un centro del Opus Dei movido por la simple curiosidad. Un amigo mío había escrito un artículo injurioso que no me había gustado: me parecía demasiado visceral. Me negaba a dividir el mundo en buenos y malos y deseaba ver la realidad con mis propios ojos, no por los prejuicios de los demás. Quería preguntar y formarme mi propia opinión".
En la sociedad provinciana que era España en tiempos de Franco, el Opus Dei era uno de los pocos "espectáculos" permitidos; los disidentes lo sabían y atacaban a la Obra buscando desacreditar al régimen gobernante. "Hemos venido a ser –escribe San Pablo- como un espectáculo para los ángeles y los hombres". En compensación, Dios enviaba abundantes vocaciones. En 1950, en Madrid, un joven estudiante de Medicina llamado Julián Herranz quiso conocer "con sus propios ojos" lo que era el Opus Dei y comenzó su aventura vocacional de la mano del fundador de la Obra, San Josemaría Escrivá. A lo largo de su vida San Josemaría publicó unas cuantas obras de espiritualidad, pero sobre todo dejó una cantidad enorme de enseñanza oral sobre todo tipo de cuestiones relacionadas con la vida de los hijos de Dios.
Porque San Josemaría fue ante todo un formador y el Opus Dei "una gran catequesis". Uno de los atractivos del libro de Don Julián es que utiliza notas tomadas directamente por él de las palabras de San Josemaría. Los libros de espiritualidad necesitan frecuentemente una explicación que nos ayude a comprender lo que leemos; en la enseñanza oral, aunque sea puesta por escrito, la interpretación la da el contexto en el que fue impartida. Don Julián nos da las palabras y su contexto. "Lo que hemos visto y oído" –escribe el apóstol Juan en su Evangelio sobre Jesús. El autor da una imagen amable de San Josemaría. No trata de "alargar el brazo más que la manga".
Desde el puesto privilegiado que ocupó durante muchos años junto al fundador, podría haber intentado elaborar una "cosmovisión" del Opus Dei en aquella etapa. No lo hace. Como buen hijo de San Josemaría se atiene a los hechos concretos que vivió: pequeñas anécdotas, con su enseñanza, sucedidas entre las paredes de la sede central del Opus Dei en Roma. Las mismas paredes entre las que San Josemaría gastó su vida ocupándose de todo y de todos: de amar a Dios, a su Iglesia y a sus hijos e hijas esparcidos por todo el mundo.
Herranz recibió la ordenación sacerdotal en 1955. Fue miembro del Consejo General del Opus Dei como Prefecto de Estudios. Trabajó para la Santa Sede y, entre 1994 y 2007, fue Presidente del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos. Creado cardenal en 2003, participó en el cónclave que eligió Papa a S.S. Benedicto XVI.
El cardenal Herranz narra en este escrito autobiográfico, con anécdotas, su vida y su encuentro con el Opus Dei. Su posterior llegada a Roma y su incorporación al Gobierno del Opus Dei hace de este libro un gran tesoro y una novedad; nos aproxima a la faceta de San Josemaría como formador de personas y hombre de gobierno. Muy interesante.