Biografía testimonial de un sacerdote de pueblo, un "cura", como él se autollama, que demuestra con su vida cómo se puede ser feliz cuando se trabaja por Dios, entregándose en su labor diaria a favor de sus hermanos los hombres.
El libro tiene una presentación de Mons. Fernando Chica Arellano, Secretaría de Estado de Ciudad del Vaticano. Y como dice él: "es de agradecer que se dé un testimonio entusiasta de la dicha que supone gastar la vida por entero en la noble causa del Evangelio". Este libro es esencialmente la biografía de un cura de pueblo escrita con desparpajo y gracia, y también con sinceridad. Describe las mil y una anécdotas ocurridas en su vida, una vida plena de ocupaciones, en las que él se ha afanado por acercar la figura de Cristo a la realidad que le rodeaba. D. Juan nos regala retazos de su familia, nos habla de desafíos, de escollos y dificultades, de satisfacciones, de sucesos que le llevaron por caminos jamás imaginados por él... El libro es amenísimo. Viene ilustrado con múltiples fotografías y se lee con facilidad. A pesar de que algunas cuestiones se repiten y hubiera sido susceptible de mejora su redacción. Lo recomiendo vivamente para quienes crean eso de que los curas no hacen nada. Se van a llevar una fuerte sorpresa. El libro contiene diez apéndices con otros testimonios, cartas recibidas, artículos de periódicos, etc... Este sacerdote destaca, entre otras muchas facetas, por la movida que realizó creando una escuela de monaguillos, la cual fué famosa, y apareció en los medios de comunicación en su día.
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El libro tiene una presentación de Mons. Fernando Chica Arellano, Secretaría de Estado de Ciudad del Vaticano. Y como dice él: "es de agradecer que se dé un testimonio entusiasta de la dicha que supone gastar la vida por entero en la noble causa del Evangelio". Este libro es esencialmente la biografía de un cura de pueblo escrita con desparpajo y gracia, y también con sinceridad. Describe las mil y una anécdotas ocurridas en su vida, una vida plena de ocupaciones, en las que él se ha afanado por acercar la figura de Cristo a la realidad que le rodeaba. D. Juan nos regala retazos de su familia, nos habla de desafíos, de escollos y dificultades, de satisfacciones, de sucesos que le llevaron por caminos jamás imaginados por él... El libro es amenísimo. Viene ilustrado con múltiples fotografías y se lee con facilidad. A pesar de que algunas cuestiones se repiten y hubiera sido susceptible de mejora su redacción. Lo recomiendo vivamente para quienes crean eso de que los curas no hacen nada. Se van a llevar una fuerte sorpresa. El libro contiene diez apéndices con otros testimonios, cartas recibidas, artículos de periódicos, etc... Este sacerdote destaca, entre otras muchas facetas, por la movida que realizó creando una escuela de monaguillos, la cual fué famosa, y apareció en los medios de comunicación en su día.