Novela corta inspirada en cuatro experiencias personales del autor, referidas al hecho de haber visto morir a otros tantos hombres en plena calle, en medio del bullicio urbano del centro de Nueva York. En la primera ocasión se trataba de un vendedor callejero, cuyo puesto fue aplastado por un camión al volcar. En la segunda el fallecido era un obrero que se precipitó a la calle desde un edificio en construcción. El tercer caso mortal afectó a un vagabundo borracho que se desplomó inconsciente sobre un montón de hierros y quedó atravesado por uno de ellos. En el último, el papel de víctima correspondió a un hombre vestido de harapos que murió sentado en el banco de una estación de metro.
La evocación de tan tristes recuerdos provoca en el autor una serie de sentimientos y emociones, descritos con lenguaje poético. La muerte se celebra como una presencia piadosa que acompaña en su final a unos seres a quienes su oponente, la vida, ha dejado abandonados, al margen del camino existencial. Soledad y muerte aparecen hermanadas, la primera como preparación para la llegada de la segunda, cuya presencia se contempla como la de una emisaria de la paz y el olvido. La descripción de las distintas formas de reaccionar de los ciudadanos neoyorquinos ante el espectáculo inesperado de una muerte accidental o súbita que les sorprende camino del trabajo o de cualquier actividad habitual, da lugar a un retrato social de tintes un tanto desoladores. La curiosidad morbosa ocupa mayor espacio que la compasión y la piedad, mientras que la asistencia sanitaria y de la policía municipal no pasa de ser una labor higiénica y rutinaria, por tratarse de accidentes fortuitos y no de delitos que requieran investigación. La obra, fechada en 1933, cinco años antes de la muerte de T.Wolfe (1900-1938) ofrece una delicada belleza formal que revela la calidad literaria del autor. Sin embargo, transmite al mismo tiempo un fondo de oscura desolación en tanto que no existe ninguna alusión a la pervivencia del espíritu, después de extinguirse el hálito físico del cuerpo vivo.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
---|---|---|---|---|
2014 | Periférica |
96 |
978-84-92865-95 |
Comentarios
Muy pocas veces se escribe
Muy pocas veces se escribe sobre la muerte. Mucho menos sobre la impresión que produce la muerte cercana. En esta pequeña obra, que podríamos llamar relato o también novela, el autor hace un auténtico despliegue de habilidad para introducirnos en el ambiente especial que se origina ante una muerte repentina. El manejo en la narración es escepcional y si algo le echamos de menos es su falta de capacidad trascendente para enfocar debidamente los valores fundamentales del hombre. Es un libro para releer despacio, para descubrir todos sentimientos expresados en una redacción tan densa. leer artículo