Transcurre en la segunda mitad del siglo XIX. El protagonista Mauro Larrea vive en México, se traslada luego a La Habana y saltará a Jerez en España, para vender unas posesiones, pues está en la ruina. Sorteará muchas dificultades.
Descenso y ascenso de un indiano desde México a Jerez
El protagonista Mauro Larrea, un minero acaudalado viudo y con dos hijos, vive en México, se traslada luego a La Habana y saltará a España, concretamente a Jerez, para vender unas posesiones. Una historia un poco prendida con alfileres. Todo ello causado por la ruina en que ha caído por un negocio fracasado en Estados Unidos por la guerra sudista. En Jerez conocerá a Soledad Montalvo, con tres hijas en Londres y casi viuda, que toma las riendas del negocio del sherry. Unirán sus luchas para salir adelante en los negocios continuamente desequilibrados pero también como dos corazones necesitados. “La Templanza” hace alusión a una viña más que a una virtud humana que está presente en los protagonistas, por exigencias del guión.
La trama resulta algo artificiosa aunque con final previsible y rocambolesco, casi de opereta. Acierta al moverse por Jerez y sus bodegas; manifiesta oficio en las descripciones de ambientes en palacetes y relaciones comerciales, y desde luego en su conocimiento de la compleja sensibilidad femenina. No parece una novela tan lograda como “El tiempo entre costuras” aunque sí está a un nivel mayor que otras exitosas novelas. Se agradece además la limpieza del relato en cuestiones de amor, que merece ser valorada, a distancia de la zafiedad frecuente en la novela actual.
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El protagonista Mauro Larrea,
Descenso y ascenso de un indiano desde México a Jerez
El protagonista Mauro Larrea, un minero acaudalado viudo y con dos hijos, vive en México, se traslada luego a La Habana y saltará a España, concretamente a Jerez, para vender unas posesiones. Una historia un poco prendida con alfileres. Todo ello causado por la ruina en que ha caído por un negocio fracasado en Estados Unidos por la guerra sudista. En Jerez conocerá a Soledad Montalvo, con tres hijas en Londres y casi viuda, que toma las riendas del negocio del sherry. Unirán sus luchas para salir adelante en los negocios continuamente desequilibrados pero también como dos corazones necesitados. “La Templanza” hace alusión a una viña más que a una virtud humana que está presente en los protagonistas, por exigencias del guión.
La trama resulta algo artificiosa aunque con final previsible y rocambolesco, casi de opereta. Acierta al moverse por Jerez y sus bodegas; manifiesta oficio en las descripciones de ambientes en palacetes y relaciones comerciales, y desde luego en su conocimiento de la compleja sensibilidad femenina. No parece una novela tan lograda como “El tiempo entre costuras” aunque sí está a un nivel mayor que otras exitosas novelas. Se agradece además la limpieza del relato en cuestiones de amor, que merece ser valorada, a distancia de la zafiedad frecuente en la novela actual.