Metro 2033

~~Esta novela de ficción presenta las consecuencias de una hecatombe nuclear. Sin embargo, no es catastrofista en su exposición: los supervivientes (en Rusia, donde se desarrolla la acción) refugiados en el metro de Moscú tratan de sobrevivir sin  apenas poder subir a la superficie para recuperar materiales que les permitan sobreponerse a las condiciones infrahumanas de subsistencia.
Llama la atención la prosa ágil y el modo de novelar francamente bueno; cabría pensar en una monotonía en la acción al desarrollarse casi completamente en los subterráneos y estaciones de metro, en ocasiones deplorables. Hay diversidad de caracteres y personalidades bien matizadas.
Aprovecha, el autor, la historia para realizar una crítica serena de las diversas ideologías representadas en el `modus vivendi´ de cada una de las estaciones de metro por las que transita el protagonista, un joven sin apenas conocimiento y experiencia de la vida, para llevar a cabo una misión por encima de sus posibilidades; a la vez que enjuicia sin encontrar una razón de ser, un sentido trascendente que justifique su existencia y su misión. Incluye una visión estereotipada del cristianismo -en versión de los testigos de Jeová- que plantea al protagonista más incógnitas que soluciones...Al final encuentra sentido a su existencia de la mano de una consideración laica del "destino": cada hombre está marcado por su destino en razón de unas primeras decisiones libres que lo encauzan en el devenir de su existencia a lo largo de los avatares que la vida le presenta.
Se trata pues, de una novela de ficción nada convencional, bien escrita, amena, con un punto de suspense, culta, que pone sobre el tapete las trágicas consecuencias de la confrontación humana de ideologías llevadas al extremo devastador que se describe.
Aunque en este primer episodio, el relato cierra una historia completa, el autor, al final del libro anuncia una continuidad.