Erasmo fue un célebre literato y filósofo cristiano, que defendió la fe dotado de una gran erudición. Coincidió en la historia con el padre de la Reforma, Martín Lutero, con quien tuvo serios enfrentamientos referentes a cuestiones doctrinales. Una vez más, es el autor del libro, Zweig, quien acerca al lector un detallado perfil del hombre haciendo hincapié en el aspecto psicológico, como casi todas las biografías de este autor vienés.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
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2011 | Paidos Ibérica |
216 |
978-84-493-2633 |
Comentarios
Excelente estudio sobre la
Excelente estudio sobre la persona y la obra de Erasmo. No oculta en el primer capítulo su simpatía por este pensador y, en cierto modo, justifica su carácter débil y dubitativo cubriéndolo con un manto de fidelidad debido al humanismo que propugna como base para alcanzar. la unidad de Europa.
Sin embargo, a continuación, Zweig, no duda en poner de relieve insistiendo claramente en la debilidad de su carácter, y ánimo dubitativo que le lleva a una actitud cobarde ante los acontecimientos de la época que le tocó vivir. Erasmo no se define: simpatiza con las ideas de Lutero en las críticas sobre el papado y los eclesiásticos reclamando una reforma profunda, de las que se reconoce precursor, pero se siente incómodo y no apoya los métodos que utiliza Lutero.
Zweig dirá que Erasmo no es un pensador profundo con ideas fuertemente arraigadas lo que le hace débil en los momentos (el autor, señala dos) en los que puede arrojar luz e incluso evitar la escisión de la Iglesia. La tibieza y superficialidad con respecto a la fe -Erasmo ha sido ordenado sacerdote aunque no ejerza-, y su simpatía con las ideas de Lutero (lo reitero adrede) hace imposible su contribución a la resolución del problema; a la vez que con él se hunde el ideal del humanismo que propugna como base de una unidad de Europa que se dinamita.
Muere en tierra de nadie: cuestionado por la Iglesia y rechazado y combatido por Lutero. Zweig, pese a su simpatía que manifiesta para su biografiado, no duda en presentarnos a un hombre que no estuvo a la altura de la época que le tocó vivir.
Una obra que me ha provocado curiosidad por Erasmo y por Lutero... porque el reformador e inciador del protestantismo es el otro protagonista de este libro, algo así como el contrapunto del humanista holandés. Ciertamente Zweig es un claro partidario de Erasmo, como muestra en su último capítulo, pero afirma que su escasa implicación en las conversaciones entre católicos y reformados pudo ser una de las causas más importantes de lo que sería después la división de Europa y sus trágicas consecuencias. Un libro interesante y recomendable para abrir el apetito para conocer algo más esa época.