Kafka en la orilla

Kafka Tamura se va de casa el día en que cumple quince años. La razón son las malas relaciones con su padre, un escultor famoso convencido de que su hijo habrá de repetir el aciago sino de Edipo. El joven buscará a su madre y su hermana a quienes apenas recuerda. El azar le va a llevar al sur del archipiélago japonés, a Takamatsu, donde encuentra refugio en una peculiar biblioteca y conocerá a una misteriosa dama llamada Saeki. Si sobre la vida de Kafka se cierne la tragedia -en el sentido clásico-, sobre la de Satoru Nakata ya se había abatido desde niño: durante la segunda guerra mundial sufrió un extraño accidente que lo marcaría de por vida.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2006 Tusquets Editores
714
978-84-8383-524

Original de 2002.

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"Kafka en la orilla" pertenece al género de literatura fantástica que cultiva el autor. Novelas excesivas y relatos cortos en los que da rienda suelta a su imaginación, sin preocuparse demasiado por la coherencia del relato. Publicada en 2002, el argumento de ésta es más consistente que el de obras anteriores. Desarrolla dos relatos paralelos a través de dos personajes peculiares, el joven Kafka Tamura -un quinceañero- y el anciano Nakata. Ambos guardan un cierto simbolismo que no es fácil desentrañar. Es posible que Kafka represente al propio Murakami en su juventud.

El mensaje de la novela es el habitual del autor: la soledad del individuo. Kafka vive con su padre, ya que su madre les abandonó cuando él tenía cuatro años. Odia al padre que ha echado sobre él una maldición edípica: matará a su padre y se acostará con la madre y la hermana sin saber que lo son. El joven decide escapar de casa y buscar a ambas mujeres. Por su parte, el anciano Nakata perdió la memoria en la infancia. Sobrevive gracias a una pensión de incapacidad y a su habilidad para buscar gatos extraviados. No queda claro qué relación le une con Tamura. En un momento el lector llega a pensar que son el mismo personaje a distintas edades.

Ambos personajes cuentan con alguien que les ayudará en su búsqueda. En el caso de Kafka es el bibliotecario Oshima, y Nakata se ve auxiliado por el camionero Oshino. Son personajes razonables y útiles para la narración. También encontramos a la bibliotecaria-jefe, la misteriosa señora Saeki, y a una joven peluquera, Sakura, imágenes de la madre y la hermana del joven. Hay personajes humorísticos como Johnnie Walken, el matador de gatos, o el Colonel Sanders, imagen del creador del Pollo Frito Kentucky. Por último escucharemos la voz de "un joven llamado Cuervo", aparentemente la propia conciencia de Kafka. Demasiadas figuras.

Como en anteriores novelas el autor hace frecuentes referencias musicales y bibliográficas; ahora la música clásica y las tragedias griegas. Encontramos el mismo naturalismo sexual que hemos censurado del autor en otras ocasiones. Es desagradable. Se ha reprochado a Murakami que sus novelas sean demasiado largas. El autor argumenta que escribe para sí mismo; que se limita a exteriorizar las imágenes que lleva en su interior. En ese caso debería dar los libros gratis; pero ya que no lo hace podría ajustarse a las necesidades de los lectores. Especialmente reducir sus novelas a lo esencial. A pesar de su extensión la novela se lee bien. Habría que reiterar el inconveniente, ya señalado, de que Murakami abre paréntesis que se olvida de cerrar y formula preguntas que no llega a responder. Nos encontramos ante una novela para incondicionales del autor japonés.