Vittorio Messori, escritor y periodista italiano, cuyos libros de tema religioso son conocidos en todo el mundo, dialoga con el entonces cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. El luego papa Benedicto XVI respondió con extrema franqueza a las numerosas preguntas del periodista, incluso a las más delicadas.
En este libro, que salió a la luz a la vez en muchas lenguas, dio a conocer en su momento el texto completo de un encuentro que muchos han calificado de «giro histórico» para la Iglesia. En efecto, las raíces de la crisis que desde finales del Concilio padece el catolicismo se exponen aquí con «escandalosa» claridad por quien es una de las voces más autorizadas de la Iglesia católica.
Un informe claro y vigoroso sobre los peligros que amenazan a la fe. Un análisis que tiene, tal vez, el acento de una denuncia, pero que no es ciertamente pretexto para la resignación o el pesimismo. Porque lo que el cardenal Ratzinger pretendía era ayudar a los creyentes a encontrar de nuevo la esperanza y la alegría de la Sagrada Escritura leída en el interior de la tradición antigua y siempre nueva de la Iglesia.
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Pasan los años y sigue siendo
"Uno de los documentos más importantes del final del siglo XX, salió de la pluma del periodista Vittorio Messori en 1985, merced a su extraordinaria pericia y buen hacer para darle forma de libro, de extenso informe, a una larga conversación con el cardenal Joseph Ratzinger (1927), Profesor Ordinario de Teología, uno de los teólogos más importantes e influyentes en los documentos del Concilio Vaticano II, cofundador de las importantes revistas de investigación teológica, Concilium y Communio, nombrado por el beato Pablo VI cardenal arzobispo de Munich desde 1977 y por san Juan Pablo II Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la fe, desde 1982."
Pasan los años y sigue siendo una obra de referencia para entender lo que pasó en la interpretación del Vaticano II como para entender lo que ocurre en nuestros dias. Leer artículo 1>>, leer artículo 2>>
Al Leer el "Informe sobre la
Al Leer el Informe sobre la Fe del Cardenal Ratzinger, nos viene a la cabeza una frase del discurso inaugural del pontificado de Benedicto XVI: "Mi verdadero programa de gobierno no es hacer mi voluntad, no es seguir mis propias ideas". Por eso podemos distinguir entre los análisis del Cardenal Prefecto de la Doctrina de la Fe, emitidos en 1984, de las enseñanzas de Benedicto XVI veintiun años más tarde.
Interrogado por Vittorio Messori, el Cardenal hace un repaso a las cuestiones controvertidas doctrinalmente, desde su puesto privilegiado en la Congregación para la Doctrina de la Fe. Pienso que Ratzinger reclama sobre todo continuidad y reacciona frente a aquellos que quieren crear una Iglesia "ex novo" después del Concilio. "Me molesta -dice- la distinción entre preconciliar y postconciliar" como si fueran realidades distintas.
El Cardenal invoca repetidamente la tradición de la Iglesia. No se refiere aquí a las tradiciones apostólicas, que recogieron los autores de los primeros siglos, sino a una tradición, que también es regla para la fe, y que llega hasta nosotros a través de la vida de la Iglesia con la Liturgia, el Magisterio o a través de las vidas de los santos. Ya sea en lo doctrinal como en lo litúrgico rechaza tanto el "arquelogismo" como la modernidad a ultranza, tanto lo nostálgico como lo irresponsable.
Por lo demás el Informe sobre la Fe se guía por el sentido común y por aquella tradición viva e ininterrumpida a la que antes nos hemos referido. Aquí conectaríamos de nuevo con aquellas palabras de Ratzinger en el Via Crucis del año 2005, en el Coliseo romano: "¡Cuanta autosuficiencia! ¡Cuanta soberbia!". El Cardenal critica duramente a los que sustituyendo la fe tradicional se ponen a si mismos y a sus cambiantes criterios telógicos como referencia para la fe y la vida de la Iglesia.
El famoso periodista italiano Vittorio Messori se hizo famoso precisamente con este libro entrevista que hizo historia: una serie larga de conversaciones, sin temas tabú, sin evasiones, sin cesura, sin recortes. Messori pregunta incisivo, con el dedo la llaga, y Ratzinger responde a todo de forma directa y clara. La Iglesia al desnudo. Sucedió hace 20 años, faltaban 4 años para que cayese el Muro de Berlín: mucho de lo que se habló entonces ya no vive en el mundo político, pero sí en el eclesial. Un libro ágil, obligatorio, clarividente e incombustible.