Bajo el título genérico de Historias de San Petersburgo se reúnen los cinco relatos breves más sobresalientes de la obra de Nikolai V. Gogol (1809-1852), vinculados por el nexo común de estar situados en la capital de la Rusia imperial. Traducidos por Juan López-Morillas, «La avenida Nevski», «El retrato», «Diario de un loco», «La nariz» y «El abrigo» cubren el periodo 1835-1842 y representan lo más característico del arte narrativo del autor, a saber, su deliciosa combinación de sátira social, fantasía, ternura y compasión.
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Gogol publicó estos relatos
Gogol publicó estos relatos en un periodo de siete años y por separado, por lo que funcionan mal como un conjunto. El autor trabajó algún tiempo como funcionario en la ciudad, lo que le lleva a dar esta condición a algunos de sus personajes, atribuyéndoles los defectos que solemos imaginar en esos trabajadores: absentismo, envidia y servilismo con sus superiores.
El autor murió joven y padeció frecuentes episodos de perturbación psíquica, lo cual se pone de manifiesto en alguna de estas historias. En "Avenida Nevski" un artista se enamora de una joven que ha visto por la calle y experimenta alucinaciones acerca de ella. Otro relato se titula "Diario de un loco" y su protagonista imagina ser el rey Alfonso XII de España.
En relalidad las "Historias de San Petersburgo" debería titularse Historia fantásticas; y aquí entramos en el papel de la imaginación en la literatura. Un argumento, ordinariamente, está creado por su autor pero debe ser creible, tener una lógica. El lector no suele tener interés en seguir la imaginación desbordada e incoherente del autor, por muy impecable que sea su estilo. Incluso a algunos autores se les asigna esa cualidad de forma injustificada.
Los personajes son caricaturas simpáticas de la burguesía rusa. El tono melancólico se suaviza con un lenguaje colorido y ameno.