Cuando los espectaculares avances tecnológicos de nuestros días nos han facilitado el acceso al conocimiento como nunca hasta ahora, que vivamos más y mejor, que el " tercer mundo " se desarrolle..., cuando por primera vez se podría conducir a la humanidad hacia una era de libertad y progreso, el mundo parece ir en dirección opuesta, hacia la destrucción de todo lo conseguido. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí?
Hace unos años, Amin Maalouf nos hablaba de que " nuestras civilizaciones se agotan" en " El desajuste del mundo " y en " Identidades asesinas ", y aportaba las razones: la desconfianza hacia el " Otro ", la xenofobia, la intolerancia política y religiosa, el populismo, el individualismo y la insolidaridad del nacionalismo, el racismo... Hoy en día ya nos habla directamente de " naufragio inminente " .
No hay añoranza de un pasado mejor en sus palabras, solo le preocupa el futuro de esta " época desconcertante ", el porvenir de las nuevas generaciones, que pueda desaparecer lo que ha dado sentido a la aventura humana. Tampoco se deja llevar por el pesimismo ni quiere predicar el desaliento, solo hace una llamada lúcida a la responsabilidad colectiva, dejando entreabierta la puerta de la esperanza a que el mundo vuelva a orientarse, ya que como escribió en su novela " Los desorientados ": " Más vale equivocarse en la esperanza que acertar en la desesperación " .
La globalización y el mundo árabe.
Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
---|---|---|---|---|
2019 | Alianza Editorial |
275 |
9788491816812 |
Comentarios
Maalouf presenta en este
Maalouf presenta en este estudio un análisis de la situación mundial que pasa por diferentes etapas, escrito con tinte pesimista, y algo derrotista, sobre la deriva que seguirán las distintas civilizaciones.
Comienza con un análisis lúcido y repleto de datos sobre la civilización islámica ubicada en su Levante natal; ante el deterioro que considera irreversible ocasionado en gran parte por la miopía acerca de las civilizaciones levantinas practicada por Occidente, señalando especialmente al Reino Unido con su política colonial, y a los Estados Unidos con su proverbial pragmatismo.
La crisis de la civilización islámica del Levante ocupa aproximadamente la mitad del estudio y es, a mi parecer, la parte más interesante por la visión que aporta y el estudio de la historia reciente de la civilización islámica. Se pueden matizar determinadas intuiciones como el papel que juega el marxismo en la crisis árabe, papel que valora de manera positiva como ideología de perspectiva y unión, pero no en cuanto a la praxis donde hace agua rotundamente. Alaba el laicismo en la vida social y política y valora con tinte claramente negativo el papel de las religiones, metiendo en el mismo saco todas las religiones, cuando es así que es el Islam quien hace crisis.
Resulta muy lúcido el análisis político de la crisis levantina, pero se ciñe exclusivamente a los acontecimientos públicos, sin hacer referencia apenas al mundo de los valores y las ideas, siendo así que en el prólogo enuncia el principio de que una civilización que pierde sus valores, pierde su identidad. Esta será la tónica que impregne todo el estudio, refiriéndose fundamentalmente a acontecimientos públicos; y es una pena pues de aquí dimana el pesimismo que impregna todo el estudio.
En la segunda parte del estudio analiza la civilización emergente en occidente frente a la cultura de “progreso” que postulaba el marxismo que hace crisis por su totalitarismo, horrores y errores en que desemboca.
Identifica y define una revolución conservadora protagonizada por Margaret Thatcher en Inglaterra y por Ronald Reagan en EEUU, que hará revivir las doctrinas de Adams Smith sobre el papel del Estado en la economía y que define como “el egoísmo particular, que generará riqueza”; y que propicia un resurgir de intereses particulares que desemboca en una cultura “identitaria” de independentismo de los pueblos, razas, clanes, etc., socabando la solidaridad y la ayuda entre civilizaciones y pueblos, mermando el papel del Estado como elemento de unión y de justicia social y distributiva, y propiciando una fragmentación que lleva a la lucha por la pervivencia independentista y suicida.
Otro punto que trata con detalle es el de la pérdida de liderazgo: no hay una autoridad, no hay un referente que aglutine y aúne esfuerzos por salir de la deriva que ha tomado la civilización a nivel mundial. El egoísmo propugnado por la ideología conservadora actualmente vigente no hace posible considerar que “la generosidad es la solución menos mala; y resulta que una buena acción puede ser también un buen negocio”.
Culmina el estudio con una visión apocalíptica del uso de las nuevas tecnologías como instrumento para una nueva corriente colectiva que elige una pérdida considerable de libertad en aras de afianzar seguridad como un previsible peligro que se decante por un totalitarismo al estilo predicho por George Orwell en su ya conocida novela 1984; y en el avance del mercado armamentístico, y el afán de culturas emergentes con China, India; Pakistán, y nuevamente Rusia por ejercer la guía de la marcha del mundo.
Justifica su intuición de naufragio inminente tratando de alertar de las gravísimas circunstancias que atraviesa nuestro siglo no ocultando la realidad y sin negar los peligros sin minusvalorar la “ferocidad del mundo”, alentando la convicción de que sigue siendo posible una reacción; no obstante se siente pesimista al considerar que se “sigue presos de los conceptos tribales de la identidad, de la nación o de la religión o a seguir glorificando el egoísmo sacro”.
Hacia dónde camina occidente
Hacia dónde camina occidente. Leer artículo >>