Un pensador alemán, recientemente fallecido, advertía: que exista un ser que denominamos Dios es un antiquísimo rumor que no cesa. Nunca ha dejado de resonar. Lo constatamos cotidianamente, incluso en las sociedades más secularizadas. El rumor acerca de Dios nos llega a través de la historia, en la cultura, con sus valores y tradiciones, con sus manifestaciones artísticas e instituciones, con el lenguaje. De Dios nos hablan numerosos coetáneos, con la naturalidad de una existencia vivida con sentido. El rumor sobre Dios no enmudece porque encuen-tra sintonía en la interioridad del hombre. De algún modo, es como si despertase una presunción latente o si respondiese a una pregunta, en ocasiones tácita, que se anida en la intimidad de la persona. Ponerse a la escucha, hoy en día, requiere conocer el contexto cultural en el que nos movemos, pero también prestar atención a la propia intimidad y asumir el coraje de plantearse la cuestión por excelencia de la existencia.
Comentarios
El hombre se ha planteado
El hombre se ha planteado desde siempre cual es el sentido último de su existencia. En la cultura actual la cuestión es más acuciante, pues el post-modernismo imperante no ofrece soluciones debido al reduccionismo intelectual de que adolece, señalando el predominio de la razón técnica e instrumental que solo presta atención a un tipo de conocimiento.
Del análisis del post-modernismo el autor concluye en la necesidad de un saber sapiencial que supere el conocimiento de la ciencia que siempre es sectorial.
La solución al reduccionismo imperante está en el desarrollo de la verdadera sabiduría con su conocimiento universal, dando solución al sentido de la existencia humana en la Trascendencia.
El libro recoge un estudio lúcido y completo de la cultura actual, ofreciendo soluciones para superar el reduccionismo imperante y dar una visión válida acerca de quién es el hombre. Leer artículo >>