Madres e hijos
A los sesenta y ocho años, Theodor Kallifatides, exiliado en Suecia desde hace más de cuatro décadas, visita a su madre de noventa y dos, que sigue residiendo en Atenas. Ambos saben que puede ser uno de sus últimos encuentros. Durante la semana que pasan juntos, recuerdan lo que ha sido lo más importante en sus vidas con una presencia decisiva del padre, de quien Theodor está leyendo el recuento escrito que este le ha dejado de lo que ha sido su difícil existencia, desde sus orígenes como exiliado griego en Turquía, pasando por sus meses en una prisión de los nazis y su pasión por el oficio de maestro. Se desvelan así los orígenes de una familia que atraviesa el siglo xx. Pero el libro es sobre todo un maravilloso homenaje al amor de una madre, a la que Kallifatides sabe encarnar en estas páginas de forma inolvidable, a la vez que logra transmitir una verdad universal sobre la importancia de esa figura en nuestras vidas.
Ediciones
| Edición | Editorial | Páginas | ISBN | Observaciones |
|---|---|---|---|---|
| 2020 | Galaxia Gutemberg |
176 |
978-84-18218-57-6 |
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Comentarios
Me ha parecido un libro muy
Me ha parecido un libro muy interesante y muy bien escrito. Lo que el autor cuenta sobre sus padres es impresionante y sí hay referencias a la fe de la madre, que, además, muestra su oposición al divorcio, a algunas costumbres de la sociedad actual, reza, y se desvive por los demáa. El autor es agnóstico y así lo manifiesta, pero la figura de la madre es la que resalta y la verdadera y admirable protagonista del relato. Por otra parte, como en otras obras del autor, muestra el drama del exilio. También resulta muy positivo lo que dice sobre su mujer, sueca, sus hijos y su nieto. Luis Ramoneda
No sé si se puede decir que
No sé si se puede decir que es un libro triste o si hay que decir que es un libro falso. Quizá es triste porque es falso. Un libro en el que el autor cuenta la vida de su madre y de su padre sin la más mínima alusión a los sobrenatural. Como es posible que sus padres, que vivieron en Grecia gran parte del siglo XX, que sufrieron las dos grandes guerras, de una forma o de otra, que pasaron por tantas dificultades, no tuvieran ni siquiera para quejarse, un recurso a la divinidad. Sí se sabe que él es agnóstico o ateo. Y es de suponer que cualquier alusión a la posible religiosidad de sus padres, no le interesaba.
El libro es interesante en cuanto mezcla la historia, dura y ejemplar, de su padre, ya fallecido, con la de su madre, a quien visita de vez en cuando, viajando desde Suecia donde vive desde joven, casado y con hijos. Tiene pasajes interesantes y es indudable que sabe escribir, que compone una historia interesante. Pero triste, porque después de tantas dificultades familiares y previendo que su madre puede morir pronto, aunque no sea más que por sus 90 años, no haya ninguna alusión trascendente.