Cuando fuimos huérfanos

Cuando fuimos huérfanos transcurre en su mayor parte en el periodo de entreguerras, en dos escenarios diferentes, Londres y Shangai. El protagonista, Christopher Banks, es un recién graduado que inicia su carrera como detective, su más íntima y poderosa ambición desde que siendo un niño y residiendo en la colonia internacional de Shangai, sus padres desaparecen misteriosamente, probablemente a causa de sus actividades en relación con el tráfico de opio. A medida que Banks va consiguiendo un éxito tras otro en su carrera, aumenta su obsesión por conocer qué se esconde detrás de la desaparición de sus padres y empieza a percibir señales inequívocas de que todo el mundo parece esperar de él que resuelva el gran misterio que se oculta tras su propia vida y no sólo eso, sino que, de alguna extraña manera, todos parecen convencidos de que el suceso acaecido a sus padres guarda una estrecha relación con la tensión que se vive en China, origen a su vez de la preocupante situación por la que atraviesa Europa. Así pues, él, que ha dedicado su vida a combatir el mal en todas sus manifestaciones, se ve obligado a acudir a Shangai, donde es recibido por los ciudadanos ingleses de la colonia internacional como un auténtico salvador.

Ediciones

Edición Editorial Páginas ISBN Observaciones
2001 Anagrama
401
978-84-339-6944

Título original: When We Were orphans. Traducción de Jesús Zulaika.

2005 Anagrama
408
978-84-339-6811

Colección: Compactos

Valoración CDL
3
Valoración Socios
3
Average: 3 (4 votes)
Interpretación
  • No Recomendable
  • 1
  • En blanco
  • 2
  • Recomendable
  • 3
  • Muy Recomendable
  • 4

4 valoraciones

Género: 

Comentarios

Imagen de rocio meca

Inglaterra, años treinta. Cristopher Banks se ha convertido en el más célebre detective de Londres. Pero hay un enigma que es incapaz de resolver y del que él mismo es protagonista: cuando era niño y vivía en Shanghai con su familia, sus padres desaparecieron misteriosamente, acaso secuestrados por la mafia china por un asunto relacionado con el tráfico del opio.

Él, que creció como un huérfano, tiene recuerdos vagos y contradictorios de lo que realmente sucedió. Pero la ausencia de sus padres, de los que ni siquiera sabe con seguridad si están vivos o muertos, le atormenta. Y por eso decide que ha llegado el momento de enfrentarse al caso de su vida y viaja desde una Europa convulsa en la que emerge el fascismo y se avecina la guerra a un Shanghai con su familia convertido en polvorín en el que se enfrentan los chinos comunistas y el ejército japonés invasor. En esta ciudad cosmopolita y caótica, en busca de las claves de su pasado, se verá inmerso en situaciones difíciles de asumir y de aceptar, renunciando para ello a proyectos personales.

Es un libro entretenido, bien escrito, pero la temática que trata es sencilla y no tiene mayor trascendencia que la de una trama de intriga, en donde se mezclan los sentimientos, recuerdos y realidades.

Imagen de marina

Christopher Banks, un famoso detective nacido a principios del siglo XX en Shanghai, investiga a la vuelta de los años, ya asentado en Londres, la extraña desaparición de sus padres cuando él era aún un niño. En la memoria de su infancia se confunden las cosas, pero al madurar sus recuerdos parecen encontrarse datos relacionados con las mafias chinas del opio que comercializaban las compañías británicas.
El desarrollo del relato es moroso y se recrea en largos y refinados prolegómenos —que ocupan dos tercios largos del libro—, en los que el núcleo de la trama pasa a ser solo una música de fondo para el lector. Cuando el protagonista decide volver a Shanghai para investigar las claves de su pasado e intentar rescatar a sus padres, el relato se desenfrena en pasajes tan bruscos como asombrosos, para volver a remansarse en un desenlace mucho más conseguido.