Narración peculiarísima sobre la vida del fraile reformador del Carmelo: San Juan de la Cruz y su época. La obra en su conjunto es una agrupación de prosa poética. La lectura de estas páginas deja en el ánimo del lector un rostro de belleza y de paz enamoradores.
Comentarios
Hacía un trabajo sobre este gran personaje de la Historia del siglo de Oro español (siglo XVI), religioso carmelita, reformador de la Orden junto a Santa Teresa de Jesús, profesor, Santo de la Iglesia Católica y Doctor de la Iglesia Universal, cuando un amigo me recomendó leer esta pequeña narración del ilustre personaje. Y me alegré de hacerlo. En pocas páginas con una narrativa poética, el autor, mediante la voz de un personaje de la época, da unas pinceladas ligeras en torno a los principales hechos y pensamientos del santo. Se lee muy fácilmente. Los capítulos son muy breves. Y si ya conoces algo de esta historia, creo yo que la disfrutas más. Se ajusta bastante a la realidad, aunque lógicamente es una narración breve. Te ayuda a penetrar en el pensar y en el sentir de este noble personaje español: pequeño físicamente, pero grande en su corazón y sus virtudes. Es una lectura ligera pero muy positiva.
Narrativa poética sería el mejor encuadre para este relato biográfico. Un hito de belleza y sencillez en cuanto a la temática, que no en cuanto la elección del lenguaje o la forma.
La obra fue publicada en 1992 y percibimos en ella influencias de las construcciones en verso de las vanguardias: influencia de los salmos bíblicos, con repeticiones de periodos, insistencia en la palabra con la que comienzan los versos, acumulación de términos pertenecientes a los mismos campos semánticos, etc.
Las descripciones que José Jiménez Lozano hace del paisaje o de la historia misma podrían ser consideradas como impresionistas o puntillistas. El lector alcanza el concepto que el autor expone mediante la acumulación de los epítetos, sustantivos, o de acciones. Se trata pues de un texto con elementos experimentales que no interfieren la transmisión de la ternura de su contenido.
Una biografía de un hombre sencillo: San Juan de la Cruz (1542-1591). San Juan de la Cruz y José Jiménez Lozano compartieron más que su procedencia geográfica. Quizás esa comunión de coincidencias permitió a José Jiménez Lozano calar en su vida y en su inquietud amorosa hacia el Amor de los amores, en su dedicación al servicio de los que convivieron con él:
¿Adónde te escondiste,
Amado, y me dexaste con gemido?
Como el ciervo huiste
Habiéndome herido;
Salí tras ti clamando y eras ido. (Cántico espiritual)
¿Adónde fue tu amado;
oh tú, la más hermosa de las mujeres?
¿Qué dirección ha tomado tu amado,
para ir contigo en busca de él? (Cantar de los cantares, 6, 1)
Ni el calor que estalla en llamas y se consume,
Ni las olas del mar que se apresuran dentro y fuera,
Ni el aire delicioso y seco, el aire del verano maduro,
que lleva levemente blancas pelusillas redondas de
miríadas de semillas,
Flotando y navegando graciosamente para caer al azar;
Nada de eso, oh nada de eso supera a mis propias llamas,
consumiéndome, quemándome por el amor de aquél a quien amo,
Oh, nada de eso supera a mi prisa dentro y fuera;
¿Se apresura la marea, buscando algo, sin renunciar nunca?
oh, igual me pasa a mí,
Oh, ni las pelusillas redondas, ni los perfumes, ni las altas
nubes arrojando lluvia, son llevadas por el aire abierto,
Como es llevada mi alma por el aire abierto,
Flotando en todas direcciones, oh amor, por la amistad, por ti. (Hojas de hierba, Walt Whitman 81819-1892)
Basten estas pinceladas para encuadrar a El Mudejarillo dentro de la tradición poética. Por eso comenzaba apuntando que se trata de narrativa poética
Deja en el lector el regusto de otras obras como El Principito, de Antoine Saint- Exupéry, o Platero y yo de J. Ramón Jiménez.
El candor que se desprende del tema pudiera acercar este libro a los más jóvenes lectores; pero no sin una preparación pues hay mucho calado en él.
Hace unos años un obispo, ya fallecido, me escribió que "siempre desee leer una buena biografía de San Juan de la Cruz. El Mudejarillo no es propiamente una biografía, pero nos acerca a S. Juan de la Cruz mejor que una biografía escrita con el método de los historiadores."
A estas sabias palabras que comparto totalmente, solamente me resta añadir que si alguien quiere acercarse a la lectura de las obras de Jiménez Lozano, pocas de sus obras son más aconsejables.
Quico
El mudejarillo es una narración en torno a Juan de la Cruz, o desde los adentros de éste: un paisaje y una mirada, un lenguaje y unos gestos, la casa y el pan y el agua diarios, la cárcel y un pañuelo con hebras o el encalado de una pared, y la poesía y los silencios.
El mudejarillo es una recreación de la época y del talante del místico carmelita. Jiménez Lozano sugiere, no trata de describir con detalle unos acontecimientos, sino de poetizar unos rasgos, los sentimientos del personaje central y el ambiente en que se desarrolló su vida, como medio de acercarse a su interioridad. En el tono general de admiración por San Juan de la Cruz hay algunos toques de ironía, para reflejar mejor el contraste entre las dificultades externas –pobreza de la infancia, cárcel en Toledo, incomprensiones en su propia orden...– y la actitud apacible, de desasimiento y abandono en Dios –sentirse nada–, del místico