Para leer la Fides et ratio

El ensayo se desarrolla en alrededor de cien páginas de lectura accesible y clara -incluso para el "no iniciado"-. Repasa primero los términos de "tradición" y "renovación" tan discutidos hoy en día en el campo de la fe. A continuación explica, de manera diáfana, en qué consiste la filosofía, para dar después un sucinto repaso de las relaciones entre fe y razón en la historia del pensamiento occidental. A continuación expone, siguiendo con inteligencia la intención del Papa en su encíclica, la armonía que puede y debe reinar entre esas dos alas del espíritu humano que son la fe y la razón. Por último brinda algunas conclusiones sobre la función de la filosofía en la vida del hombre y sobre algunas corrientes y autores cuyo conocimiento básico ayudará al lector a comprender mejor la encíclica.

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El libro comienza resaltando la gran novedad de la encíclica, en cuanto responde a problemas que se plantean en el pensamiento actual y que no existían antes. En ese sentido la encíclica es verdaderamente histórica.

Un primer problema que la encíclica intenta atajar -apunta Melendo-, es la gran desconfianza que existe en el hombre de hoy de poder encontrar la verdad, sobre todo la del sentido de la vida: ¿cuántos hombres de hoy no han renunciado ya a la verdad y se conforman con el simple "consenso de opiniones"? ¿Puede alguien hablar hoy de "verdad", que lo sea siempre y para todos, es decir "absoluta"? El problema no atañe sólo a algunos intelectuales, sino al hombre que, por naturaleza, por el hecho de ser hombre, busca la verdad con todas sus fuerzas y, tarde o temprano, ya no puede continuar viviendo con las respuestas "políticamente correctas", las habituales, y quiere ir más allá de las apariencias, a la raíz de las cosas.

Y esto lleva al autor a afirmar con el Papa que "todo ser humano es naturalmente filósofo". Por lo tanto la encíclica a final de cuentas se dirige también a cada uno de nosotros, los hombres de hoy. Y nos invita, sobre todo, a elevarnos, a pensar más y mejor, a creer de nuevo en el poder de la razón para encontrar la verdad, para pasar "del fenómeno al fundamento".

Luego de un repaso histórico de las relaciones entre fe y razón, filosofía y teología, el ensayo resalta el valor que la encíclica confiere a la fe en el ámbito de la filosofía, como un catalizador que la eleva y le presenta nuevos retos y la invita a conquistarlos. Sin embargo también la filosofía tiene algo que aportar a la "ciencia de la fe", a esa explicación racional de la fe en que consiste la teología: el conocimiento que la filosofía aporta sobre las criaturas, dificulta el cometer errores y facilita el conocimiento acerca de la naturaleza de Dios y de todo cuanto con Él tiene que ver.

Melendo no se limita a glosar partes de la encíclica: aporta ejemplos, explica situaciones, cuenta anécdotas, "traduce" el lenguaje de la encíclica -necesariamente elevado, dirigido en primer lugar a obispos y a profesionales de la filosofía y la teología- a las categorías y esquemas del hombre común y corriente. Sin descuidar la fidelidad a los contenidos de este documento, los vuelve asequibles; y este -en mi opinión- es uno de los elementos más valiosos de "Para leer la Fides et ratio".